sábado, 11 de mayo de 2013

Tan ilustrado como valiente


No sé si se repetirá, probablemente sí, pero es momento de que alguien más 'BienHable'. Me tomo el atrevimiento de crear este neologismo, con permiso de la Sra. RAE e invito a otra persona a que diga sus verdades, porque alguien las tenía que decir.

Foto: Diario El Tiempo - Colombia

Lo real, es que fui en busca del protagonista de una gran historia dentro de un pequeño medio. El guion era de Hollywood pero los recursos y el contexto, uruguayo. Jorge  el “Teño” Artigas, futbolista de 37 años, con buen recorrido por el mundo mostrando sus dos pilares fundamentales; calidad y esfuerzo. Tras haber sido figura y capitán de América de Cali en el 2011, se lesionó y el equipo le dio la espalda, estuvo un año sin jugar y hoy apareció en medio de un campeonato para, con goles y fútbol, recuperar el sueño de Central Español de quedarse en Primera División. El héroe de la película, lejos de tirarme una frase para la tribuna, me aclaró que siempre supo que esto iba a pasar.

¿Qué vivía Jorge Artigas hace dos meses y qué vive hoy?
Yo me estaba preparando. Me juntaba siempre a jugar al ‘Fútbol 5’ tres veces por semana, y los sábados de mañana jugaba en cancha de 11 en la Liga Montevideo y de tarde en una liga para mayores de 35. Desde que me recuperé de la lesión no paré. En el fútbol los números son fríos y yo tengo 37 años, venía de 16 meses sin equipo, con una lesión de rotura de ligamentos cruzados, etc. Es difícil que se la jueguen por mí.
¿Cómo fue tu salida de América de Cali?
Me pasaron cosas increíbles. De un día para el otro, cambió la directiva y cambiaron todo. Desde utilería hasta cuerpo técnico que estaba haciendo la mejor campaña en 7 años. Me dejaron en el banco pero el peso de la tribuna y de los compañeros influyó y volví a jugar al partido siguiente. Pero después que me lesioné, sabía que si el equipo descendía iba a ser difícil que me renovaran. Yo me asesoré y le dejé la constancia que me había lesionado siendo jugador de ese club y ellos deben hacerse cargo,  el contrato se me renovó automáticamente pero obviamente ahora tengo que reclamar para cobrar. De ellos ninguno se comunicó conmigo.
¿Y de Cerro recibiste algún llamado?
De Cerro nunca me llamaron. Yo estuve entrenando en el 2010 y al final el DT (Apud) no quiso contar conmigo y me terminé yendo a Colombia. Ellos sabían que yo estaba acá, entrenando, sabían todo. Yo vivo en el Cerro, tengo la misma dirección, el mismo teléfono y nunca se comunicaron. Los hinchas y jugadores siempre me preguntan, pero de la dirigencia, nadie. Y si Cerro no me apoya, que es mi casa, ¿quién?
¿Y cómo llegas a Central?
Foto: Diario El País - Uruguay
“Maxi” Castro me llamó para darles una mano, es amigo mío y sabe cómo trabajo. Y yo quería jugar. No me importaba mucho dónde. Estuve varias veces con ganas de irme. Si no fuera por mis compañeros que me pidieron que me quedara, me hubiera ido. El Director Técnico de ese momento (Julio Acuña) decía que no juagaba con “enganche” y no me tenía en cuenta. A veces no entraba ni en los entrenamientos con los suplentes.
¿Y cómo cambió todo?

Después de cuatro semanas de entrenar con el plantel decidieron hacerme el contrato y justo coincidió que el lunes Acuña dejó de ser el DT. Cuando llegó Colombo (el DT interino) yo no estaba ni en la lista de jugadores que le entregó la dirigencia. Me preguntó qué hacía ahí. El primer entrenamiento me ofrecí para jugar de zaguero, que faltaba uno, y el domingo fui titular.
Vos estás haciendo el curso de entrenador y estuviste jugando en el exterior. En Uruguay, ¿todavía estamos muy retrasados en las formas de entrenar?
Lamentablemente hay DT’s que piensan que está todo inventado. Trabajan “a carpeta”. La culpa siempre la tienen otros. Los árbitros, que en el entrenamiento no hay pelotas, que no pagan, las canchas, etc. Pero del juego nunca hablan. No tienen autocrítica. No se actualizan. Les preguntás a algunos entrenadores cuál es la identidad de su equipo y te sacan la Cédula.
Algunos te piden que “jueguen por abajo” y cuando la agarra el zaguero en un partido son los primeros en gritar que la revienten. Nos dicen “hay que jugar concentrados”. Todos sabemos que hay que hacerlo, pero tenemos que trabajar para estar en ese estado.
¿Y cuánta culpa de eso la tienen los dirigentes que los siguen eligiendo?
El tema es que hay cursos para todo menos para dirigente. A veces contratan a alguien porque tiene “espalda” y no por el proyecto que propongan. Ahí se descansan en los nombres y si les va mal se “lavan las manos”.
¿Y el jugador cómo convive con todo eso?
El futbolista tiene que centrarse en el día del partido. Podés tener un gran curriculum pero si en el partido no andas bien, piden tu cabeza. Es el día a día. Cuando sos joven todo lo extra futbolístico te afecta y nos olvidamos que la verdad está en la cancha. Ahí está la esencia. Vos arrancaste en periodismo capaz porque te gustaba el fútbol, y todos empezamos desde ahí. Pero terminamos hablando mucho más de lo externo que del juego mismo.
¿Y cómo se hace para extraerse de todo lo externo, los millones, la fama, etc?
Pasa que cuando la oferta económica te cambia la vida, uno no puede hacer nada. Pero sí hay que hacerles entender a los pibes que porque se cambien al lado de Beckham no significa que ellos sean Beckham.
Si Messi cada vez que hace un gol busca enseguida a sus compañeros o al último que le dio el pase, ¿qué tendríamos que hacer nosotros? A veces vemos que hay pibes que hacen un gol y salen golpeándose el pecho y saludando a la tribuna y no es así. El representante siempre te va a decir que sos el mejor. Lo principal son la familia y los líderes que tengas en el vestuario. Ni un dirigente ni un empresario te va a ayudar, para ellos siempre sos el mejor, pero la verdad está el día del partido.

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